I'm Marta Vargas, a graphic designer from Barcelona currently living in Stockholm.
This is my Visual Diary, where I share pieces about my daily life and the things I love.
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2.22.2014

WORDS IN A JAR



La cocina huele a café, suena música en portugués. Estoy nerviosa. Pero son nervios buenos, de esos que se instalan a la altura del ombligo y no te dejan dormir imaginando un futuro próximo. Desde hace cosa de una semana sueño despierta todo el tiempo: cuando, sin salir de la cama, descubro que los árboles vuelven a estar cubiertos de nieve; cuando me siento a leer en la lavandería mientras se hace la colada; cuando veo parejas despidiéndose en el metro; cuando acaricio a los gatos de la calle. Y pienso en lo maravillosa que es esta sensación y en lo mucho que deseo conservarla. Porque cuando en unos días la espera llegue a su fin, esta incertidumbre se habrá disipado dando paso a la realidad, esa que durante tanto tiempo hemos imaginado, y entonces tan solo quedarán estas palabras que conservaré en un frasco, con cariño, junto al recuerdo de una etapa que felizmente llegó a su fin.
The kitchen smells like coffee, portuguese music is on. I'm nervous. But it's not a bad thing, totally the opposite. Is that kind of feeling, when the excitement doesn't let you sleep imagining a close future. Since last week I'm dreaming awake all the time: when, without leaving bed I discover the trees outside are covered with snow; when I read in the laundry-room while waiting my clothes; when I pet a cat in the street; when I brush my hair before going to sleep. And I think how amazing this feeling is, and how much I want to keep it. Because when, in just few days, the wait comes to an end, this uncertainty will have dissappeared giving way to reality, that reality we have been imagining for so long, and then there will be just these words left, that I will keep in a jar, with love, next to the memory of a stage that happily has been brought to an end.


12.22.2013

FOR ALL THE EXCITING THINGS THAT ARE ABOUT TO HAPPEN



One more time, an statement I made in this blog has become true. I had a good feeling about 2013 and it has, indeed, fulfilled all my expectations: a year of knowledge, newness, experiences, breathtaking moments, love, projects and strong relationships. The most important thing this year has given to me is all those new people in my life. So from here, thanks to you all for being there making life beautiful, let's give 2014 a warm welcome: for all the exciting things that are about to happen.

Happy days everyone.
Una vez más, algo que predije en este blog se ha hecho realidad. Tenía una buena sensación acerca del 2013 y mis expectativas se han cumplido con creces: un año de aprendizaje, novedades, experiencias, momentos que me han dejado sin aliento, amor, proyectos y grandes amistades. Lo más importante que me llevo de este año son todas esas nuevas personas que se han cruzado en mi camino volviéndose imprescindibles. Así que desde aquí, gracias a todos por estar y hacer que la vida valga la pena. Vamos a dar al 2014 una calurosa bienvenida: por todas esas cosas que están a punto de acontecer.

Felices días a todos.


* Pictures from our project Northern Journals.
winter in the hamptoms — josh rouse

11.24.2013

A JOURNEY TO THE NORTH - PART TWO




Aquella mañana desperté con una gran sensación de entusiasmo. Las persianas estaban bajadas, pero entre las rendijas se filtraba una luz tenue que conseguía inundar toda la habitación. Descalza sobre el suelo de madera, me acerqué a la ventana y con dos dedos separé las láminas de la persiana lo suficiente como para encontrar una imagen sobrecogedora: todo estaba cubierto de una fina niebla que impedía ver más allá de los árboles que rodeaban la casa, la cual creaba una atmósfera mística.
Sin ni siquiera quitarnos el pijama, nos abrigamos y salimos al jardín. Caminábamos alrededor de la casa inmersas en un silencio que sólo se interrumpía por el caudal de un riachuelo y por el crujido de las hojas heladas bajo nuestras botas. 
Nos adentramos en el bosque, siguiendo caminos que la niebla hacía interminables, y atravesamos un campo helado para estar más cerca de un grupo de caballos que se avistaba a lo lejos. En aquel momento, mientras sostenía mi cámara con las manos heladas, delante de ellos, lo volví a sentir con fuerza: lo que buscas existe.
I woke up feeling delighted. The blinds were drawn but, in between the cracks, a dim light flood the entire room. Barefoot on the wooden floor, I walked till the window and with two fingers I separated the sheets of the blind, enough for finding an awesome picture: everything was covered in a fine mist that didn't let me see beyond the trees surrounding the house, creating a mystical atmosphere.
Without even taking off our pajamas, we dressed on our coats and left home. We walked around the house immersed in a silence that was only interrupted by the flow of a stream and the crunch of the frozen leaves below our boots.
We walked into the forest, following paths the fog made endless, and crossed a frozen field to be closer to a group of horses we saw from the distance. At that moment, holding my camera with frozen hands and staring at them, I strongly felt it, again: what you are looking for exists.


11.09.2013

A JOURNEY TO THE NORTH – PART ONE




Era viernes cuando salí de la oficina en dirección T-Centralen cargando una mochila pequeña con algo de ropa, mi cámara, y una botella de vino blanco. Sara me había invitado a pasar el fin de semana con ella en su casa en Dalarna y yo no podía estar más contenta. Imagina: una pequeña aldea de seis casas rojas en el medio del bosque... un sitio bastante idílico para pasar el fin de semana.
Por la mañana cogimos el coche y salimos de Falun hacia Tällberg y Leksand, parando por el camino a admirar el paisaje sueco. En Tällberg caminamos alrededor del enorme lago y tomamos café disfrutando de un sol que de repente decidió acompañarnos durante el resto del viaje. Viajar en coche en este país me hace sentir libre. Simplemente no puedo dejar de imaginar mi vida en una casa en el medio de la nada, como esas que se consiguen ver a lo lejos desde la carretera, y las cuales sólo puedes seguir con la mirada un par de segundos antes de que desaparezcan en el horizonte.
De vuelta a Barkarbacken, la aldea, visitamos un pequeño cementerio y tuve la misma sensación que cuando visité Skogskyrkogarden hace unas semanas: qué suerte estar vivos. Volvimos a casa, encendimos la chimenea, y abrimos la botella de vino.
It was Friday when I left the office heading to T-Centralen carrying a small backpack with some clothes, my camera and a bottle of white wine. Sara had invited me to spend the weekend at her house in Dalarna, and I was very happy about that. Imagine: a small village with just six red wooden houses in the middle of the forest. Quite idilic place to spend the weekend.
In the morning we picked the car and rode from Falun to Tällberg and Leksand, playing good music and stoping during the way to admire the Swedish landscape. In Tällberg we walked around the huge lake and had a coffee enjoying the sun, which decided to join our journey for a while. Travelling by car around this country makes me feel free. I just can't stop dreaming in having a house in the middle of nowhere, like those you can see far away from the road and you can just follow with your eyes for a couple of seconds before they are gone.
Back to Barkarbacken, the tiny village, we visited a small graveyard and I had the same feeling of when I went to Skogskyrkogarden by myself a couple of weeks ago: how good it is to ve alive. We went home, lit the fire, and opened the bottle of wine. 

norwegian wood – the beatles

10.18.2013

THE STRENGTH OF THE SEASONS

Ya han pasado casi nueve meses desde que vine a vivir a Suecia y no me había dado cuenta de algo hasta ahora. No es la primera vez que me pasa, cambiar la chaqueta por el abrigo, salir a la calle y sentir cómo todo ha vuelto a cambiar de repente: el suelo está cubierto de hojas secas, los árboles que eran verdes ahora son rojos, naranjas, amarillos... y la luz es mucho más débil, más tenue, convirtiendo la ciudad en una nueva que no conocía. 
Vuelvo a tener esa sensación que tuve al inicio de la primavera, algo que no había sentido nunca antes de vivir aquí: una mezcla entre felicidad e inquietud, un nerviosismo al que no le encontraba explicación y que, acabo de descubrir, nace del hecho de vivir las estaciones en su más puro esplendor. Nunca he vivido una primavera tan imponente, ni un otoño que estalla de repente y te deja sin palabras. Cómo me dijo él una vez: este país debe ser de otro mundo, y la fuerza de cada nueva estación me lo recuerda.
It's been almost nine months since I moved to Sweden and I had not noticed this until now. Is not the first time it happens, to change the jacket for the coat, go to the street and feel how, suddenly, everything has changed again: the ground filled with dry leaves, green trees are now red, orange, yellow... and a much weaker, dim light that turns the city into a new one that I didn't know before. 
Again, I have the same feeling I had at the beginning of the spring, something I had never felt before living here: a mixture of happiness and restlessness that, I just discovered, comes from the fact of living the seasons in their purest splendor. I've never lived that impressive spring, nor a fall that suddenly explodes and makes you speechless. As he told me once: this country must be from another world, and the strength of every new season reminds me of that.


9.22.2013

LETTER FROM GALICIA #3




Hace ya algún tiempo que Mònica me entregó su siguiente carta de nuestro proyecto. Fue en Portugal, donde nos re-encontramos este verano. Se bajó del coche, nos abrazamos, y cogió un sobre del asiento trasero. Desde entonces este sobre ha ido en mis bolsos y mochilas prácticamente todo el tiempo, esperando encontrar el momento adecuado para ser fotografiado... el cual ha resultado ser esta tarde cuando tomaba un café con María en LouieLouie.
Ahora, mientras escribo esto, recuerdo perfectamente lo especiales que fueron los últimos momentos con Mònica en Coímbra. Aquella noche, estoy segura, quedará grabada en la memoria de ambas durante mucho tiempo y junto con nuestra colección de cartas formará parte de las cosas que nos mantienen cerca, unidas, a pesar de los 3.174 km que nos separan.

Puedes ver también las cartas desde Galicia #1 y #2, y las cartas desde Suecia #1#2 y #3.
It's been a while since Mònica gave me her next letter for our project. It was in Portugal, where we met again this summer. She got out of the car, we hugged each other, and then she picked an envelope from the back seat. Since then, that envelope has been inside my bags and backpacks almost all the time, waiting for the right moment to be photographed... which has been this afternoon, when I was having a coffee with María at LouieLouie.
Now, while I'm writing this, I perfectly remember how special were the last moments with Mònica in Coimbra. That night, I'm sure, while remain in our memories for a long time, and together with our letters will be part of the things that keep us close, together, despite the 3.174 km in between us.

You can also see the Letter from Galicia #1 and #2 & the Letters from Sweden #1#2 and #3.



the last living rose – pj harvey

9.11.2013

ABOUT TIME, FRIENDS & PROJECTS

Afortunadamente, tengo el placer de compartir tiempo e ideas con personas que aprecio y admiro. Estas fotos son un adelanto de algo en lo que estoy invirtiendo gran parte de mi tiempo libre últimamente, compartiéndolo con mis queridas María y Adriana. Tendréis noticias pronto... ahora, de momento, me voy a casa a preparar la siguiente carta para Mónica.
Fortunately, I have the pleasure of sharing my time and ideas with people who I admire and appreciate. These pictures are a sneak peek of something I'm investing a big part of my spare time lately, sharing it with my dear  María & AdrianaMore news soon... but, for now, I'm going home to start preparing the next letter to Mónica.


theme – jon brion

8.30.2013

EL MISTERIOSO INVERNADERO DEL JARDIM BOTÂNICO

Hay un invernadero en el Jardim Botânico da Universidade de Coimbra. Un invernadero precioso con los cristales pintados de blanco. Hace dos años que visito Coimbra periódicamente y en casi todas mis visitas hemos paseado por el jardín... pero es curioso que, en ninguna de estas ocasiones, hayamos podido ver el interior del "misterioso" edificio de cristal. Un día, después de la visita de varios amigos a la ciudad, volvíamos a pasear solos por allí y en un intento de hacer fotografías por uno de los agujeros en el cristal, un hombre mayor se dirigió a nosotros:
– O que andam a fazer?
– Oh, só estamos a tentar tirar fotografias.
– Está bem. Podem vir cá e fazer a fotografia que querem fazer. Mas tem só dois minutos.
Y entonces nos abrió la puerta de metal y entramos los tres. El ambiente estaba cargado, olía a una mezcla de humedad y flores. El hombre nos enseñó, apresuradamente, las diferentes salas del invernadero y no podía dejar de asombrarme y de hacer fotografías sin apenas mirar por el objetivo. En escasos dos minutos estábamos fuera y yo me quedé con la sensación de haber estado en un lugar maravilloso del cual solo me queda un vago recuerdo y tres fotografías.
There's a greenhouse at the Jardim Botânico da Universidade de Coimbra. A beautiful greenhouse with white painted windows. During the last two years I have been visiting Coimbra regularly, and in almost all my visits we have been walking around the garden... it is weird, though, that in none of those occasions we could have seen the inside of the "mysterious" glass building. One day, after a visit of some friends to the city, I was having a walk with him there again, and in an attempt to take pictures to the interior of the greenhouse through one of the holes in the glass, an old man came to us: 
– What are you doing? 
– Oh, we are just trying to take some pictures. 
– Alright. Come here and take the picture you want to take. But quickly, you just have two minutes. 
He opened the metal door and we went in. The air smelled like a mixture of moisture and flowers. He showed us, quickly, the different rooms of the greenhouse and I could not help being astonished and take pictures without even looking through the lens. In just two minutes we were out, and I had the intense feeling of having been in a wonderful place, of which I only keep a vague memory and three pictures.


saudades de coimbra - zeca afonso

8.16.2013

THE FEELING OF BELONGING TO A FOREIGN COUNTRY

Hace dos días que volví de Portugal, estoy sentada en mi escritorio con vistas a uno de los bosques al sur de Estocolmo y mientras suena el último concierto que dio Zeca Afonso en 1983, me transporto a una carretera que nos lleva de Serra da Estrela a Coímbra, con un rojo atardecer que estalla en nuestras caras, intentando grabar en mi memoria los colores del paisaje portugués, su voz sobre la voz de Zeca, y sintiéndome parte de otro país extranjero, de otra ciudad que nunca deja de sorprenderme... como el día en que me perdí en el instituto botânico de la universidad y decidí aceptar que, no sé si por el país, por el encanto de sus lugares, por el idioma o por su gente, cada día me siento un poquito más portuguesa.
Two days ago I came back from Portugal. I'm sitting at my desk with views to one of the forests in the south of Stockholm and while playing the last show of Zeca Afonso in 1983, my mind goes to a road that drive us from Serra da Estrela to Coimbra, with a reddish sunset exploding on our faces, trying to save in my memory the colors of the Portuguese landscape, his voice above Zeca's voice, and feeling part of another foreign country, of another city that never ceases to amaze me... as the day that I got lost in the "instituto botânico" and I decided to accept that, I don't know if it's due to the country, to the magical places, to the people or to the language, but everyday I feel a little bit more Portuguese.


6.30.2013

CELEBRATING MIDSOMMAR ON AN ISLAND CALLED GRINDA



So far, the thing I wanted to do the most this year was to celebrate Midsommar. Last week I took a boat to an island called Grinda and I spent three wonderful days with Sara, Katleen and their friends. We were living in red cabins in the woods, next to the sea, and enjoying the nature of the Swedish archipelago having the most traditional Midsommar we could have had: dancing around the pole, eating sill, drinking snaps, making flower crowns, and enjoying the beauty of long days without proper nights. An experience I will never forget.
Hay algo que me hacía especial ilusión este año: celebrar Midsommar, quizá la fiesta más importante para los suecos, con la cual se festeja la llegada del verano. La semana pasada cogí un barco rumbo a una isla llamada Grinda y tuve la oportunidad de pasar tres días maravillosos con SaraKatleen y sus amigos, viviendo en casitas rojas de madera en el medio del oceano, disfrutando de la naturaleza del archipiélago sueco mientras celebrábamos Midsommar al estilo más tradicional posible: cocinar los platos típicos y comer durante horas, bailar fingiendo ser ranas alrededor del "pole", beber snaps, hacer coronas de flores... y disfrutar de la belleza de tres días sin noche. Una experiencia que nunca olvidaré.


it could have been a brilliant career - belle & sebastian

6.17.2013

I POUR SOME WATER IN AN EMPTY MARMALADE JAR





We go out home when it's still raining. Walking through the forest, we arrive to a Swedish neighbourhood and I feel like going back in time: red-blue-yellow wooden houses are surrounding us again, flowers everywhere and blond children playing in the streets, in their yards, in their trampolines, in their treehouses. I wish we could have a treehouse one day. I'm picking flowers from the gardens. A little girl says "Hej då" to us when we pass next to her and I feel like going back in time again: two years ago you and me were walking in a Swedish neighbourhood. 
We are back home. I pour some water in an empty marmalade jar. 
Salimos de casa mientras todavía llueve. Atravesando el bosque, llegamos a un vecindario sueco y siento que viajo al pasado: casas de madera rojas-azules-amarillas nos rodean de nuevo, todo está lleno de flores y niños rubios juegan en las calles, en sus jardines, en sus camas elásticas, en sus casas del árbol. Ojalá algún día tengamos una casita en un árbol. Cojo flores de los jardines. Una niña nos dice "Hej då" cuando pasamos por su lado y siento que viajo al pasado de nuevo: dos años atrás tú y yo caminábamos por un vecindario sueco.
Volvemos a casa. Vierto un poco de agua en un tarro de mermelada vacío.